No es mala un fiesta en algún momento del día||Todos

mi traje:

 

Hace tiempo me había llegado una invitación de Magnus Bane a una de sus conocidas fiestas en el Capitolio que marcaba como fecha a realizarse, el día de hoy dentro de unas cuantas horas. Debo de admitir que no pensaba ir, no era una chica de fiestas, si de por si me costó mucho trabajo el terminar mi Gira de la Victoria por la cantidad de "celebraciones", una fiesta que pudiera evitar no estaba de más. Lo que al final me convenció de ir a la fiesta fue que Haymitch Abernathy me había dicho si iba como su acompañante, y pues era obvio que aceptaría.

Había quedado de acuerdo con Haymitch de vernos en la parada del tren del Capitolio, ya que sería demasiado complicado que él viniera por mi al Distrito 9 o yo fuera con él al 12, así que debería llevar buena imagen desde que salía de aquí.

Había escuchado mucho de las fiestas de Magnus Bane, todos iban demasiado "elegantes" y siguiendo el último grito de la moda del Capitolio, lo que me dejaba en un reverendo problema: Yo en la vida había prestado atención a las tendencias del Capitolio. Como sea intenté escoger algo elegante y que no se viera muy fuera del lugar, lo único que era pasable para que usara en el evento fue un vestido negro que mi ex-estilista de los Juegos me hizo y nunca usé.

Salí del Distrito 9 y durante todo el camino en el tren me quedé dormida, debía estar con toda mi energía en la fiesta. Al llegar a donde me había quedado de ver con Haymitch, lo intenté buscar, pero entre tanta gente extravagante de por aquí no lograba encontrarlo, así que me subí a una de las bancas que había ahí, a ver si lograba encontrarlo.

Mi vestido:

Una invitacion.... estaba preparandome para la fiesta recordando ese dia, hermosa, elegante, habia llegado en un hermoso sobre la invitacion a una fiesta, el nombre?...Magnus Bane, ese nombre era conocido por todos los distritos, alguien realmente unico y legendario del capitolio, un distinguido doctor y fashionista, dador de grandes fiestas se decia por ahi, asi que en cuanto llego no dude en asistir, me puse un lindo vestido azul y me recogi el cabello en una media coleta alta, coloque un collar que siempre llevaba conmigo, una hermosa alaja perteneciente a mi madre.

Mi hermana estaba dormida ya, me gustaba vigilarla y estar pendiente de ella, odiaba dejarla sola pero tenia que creer en ella, en que se podia cuidar sola, suspire y la deje con una amiga del distrito, ella estaba enferma asi que no podia ir a la fiesta de Magnus por lo que amablemente se ofrecio a cuidarla.

Me marche camino a la fiesta, y al estar ahi, todo era como un sueño, el lugar era enorme y hermoso, habia una gran congregacion de gente, por supuesto, quien iba a perderse aquella fiesta?....salio el anfitrion deslumbrante, con un hermoso gato vestido de lo mas lindo y elegante y se declaro iniciada la fiesta, aunque con una advertencia, un humor genial, pense...vi a Daryl a lo lejos y lo salude con una pequeña reverencia amable, esperaba conocer mas gente y convivir con los pocos que conocia, claro no perderme de la maravillosa oportunidad de la fiesta del siglo.

Mire por los alrededores esperando a Peeta, quedamos en vernos en la fiesta, ambos la esperabamos con ansias, y habiamos acordado ir juntos, esperaba verme bien para la ocasion, sabia que el lo haria como siempre.

La noche anterior nos había llegado a Haymitch y a mi la invitación para una fiesta del capitolio. Yo no quería ir al capitolio, no me sentía bien desde que mataron a Katniss, si tan solo nos hubieran dejado ganar a los 2 nada malo habría pasado.

Accedí a ir porque Haymitch quería ir, por su nueva chica, Annie, quien actualmente lo hacía feliz, jamás había visto así a Haymitch desde que lo conocí y me hacía pensar que esa chica era la indicada para él, necesitaba conocerla porque aún no tenía el placer, así que iba a la gran fiesta por Haymitch.

Me arreglé lo mejor que pude, tenía entendido que a esas fiestas no podías ir como sea, así que conseguí ver a Cinna para que me ayudara con el vestuario, aunque estaba claro que ya no tenía la obligación de hacer eso por mi, seguro lo hacía por Katniss.

Salí con Haymitch hasta llegar al tren y viajamos todo el camino sin hablar, yo iba mirando todo y una que otra vez recordaba malos momentos. Había preparado panes para la fiesta, esperaba que no los hicieran menos con la comida que hubiera allí.

Bajamos del tren en la estación del capitolio y Haymitch pasó delante de mi alcanzando a alguien, no vi a quien, preferí seguir a todos los que iban a la fiesta ya los vería después. Caminé hasta llegar a una casa realmente grande, con luces por todas partes y abiertas las puertas de par en par. Seguro ya había iniciado y me adentré a la casa.

Spoiler:

Mire a Peeta llegar, apenas lo conocia, pero me caia bastante bien, sabia por lo que habia pasado, como todos en los distritos, una historia muy triste y odiada en especial por mi, sin duda la suya era un claro ejemplo de las injusticias del capitolio que tanto odiaba pero odiaba verlo mal, era un chico bastante agradable, siempre tratando de dar su mejor cara y merecia ser feliz, aunque fuera algo dificil, me acerque a el mirandolo algo perdido-oye, ya te habias tardado, te....te ves bien, waw, perdon que lo diga, pero en lo que te conozco jamas pense verte asi, te ves muy elegante, buen trabajo-le sonrei amable intentando animarlo, en realidad lucia genial, apuesto y elegante.

Escuché una voz y me di vuelta para ver a Nina. Era buena amiga, del distrito 8 y no hacía mucho que la conocía pero era increíble, digo, no me costaba hacer amigos pero ella me lo ponía fácil. Le sonreí sonrojado por lo que había dicho, no estaba acostumbrado a que dijeran eso y menos dedicado a mi, pero se sentía bien.

-¡Mírate a ti! ¡Te ves increíble!- La saludé entre risas mientras miraba a los alrededores -wow, no me esperaba que estuviera tan genial el lugar- grité para que me escuchara porque la música interfería.

Me había decidido ir a la fiesta porque no quería pasarmela en casa lamentando la pérdida de Catnip, era mi mejor amiga y había estado enamorada de ella pero ya no había vuelta atrás, quería ir a ver los movimientos del capitolio, catnip jamás había estado de acuerdo con las reglas de aquí y si podía hacerlo haría un cambio.

Me puse un traje con el sinsajo de Katniss que su estilista me dio cuando nos dio la noticia dolorosa y me fue a la fiesta.

La casa era inmensa, adornada de tantos colores que rara vez veía en mi distrito y con mucha música. Visualicé a varios chicos de mi distrito y a unas cuantas chicas pero solo venía por una cosa.

Me dirigí a la barra de bebidas y me senté -Un trago de bebida azul- Dije señalándola y esperé a que me la trajeran.

 

Spoiler:

Me había repetido mi pareja una y otra vez que me vistiera presentable para la fiesta, al parecer esta cosa de fiestas o ese tipo que la daba era importante para ella, y por más que busqué en mi armario no encontré nada, aunque hubiese encontrado algo bueno no lo habría utilizado puesto que no soy la mascota de nadie para recibir órdenes.

Me puse una playera de vestir color azul, de lo más normal, demostrando que esto no me importaba en lo más mínimo y una chamarra negra de cuero que jamás podía dejar, dejé mi cabello como estaba y me fui al distrito 8, sí, mi chica aún había pedido que pasara por ella y no me había negado ¿Sabes los golpes que da esa chica en la cara?, valen oro.

Bajé del tren y me dirigí a la aldea de los vencedores pasando cerca de un señor y una señora que iban vestidos ridículamente, no pude pensar más que en que iban hacia donde nos dirigiríamos después, la gran fiesta.

Casas después di con la de Heaven, y no porque supiera donde vivía si no porque podía reconocerla. Era amplia pero a la vez se sentía un frío pasar hasta su puerta, nadie sería más fría que ella, quizá tal vez yo.

Toqué y me crucé de brazos, si no salía en 30 segundos me largaba de allí.

yo:

Ir y venir era lo que hacía. La semana en la que Magnus y yo terminamos yo iba seguido al Capitolio, más bien, a su casa y tocaba hasta que se hacía de noche pero mi Magnus, quiero decir, Magnus Bane no abría, sabía que no quería verme porque el rara vez salía de casa cuando yo vivía con él, era como si no hubiese nada interesante que no fuera solo él, lo extrañaba, todos lo notaban, mis hermanos, mi madre e incluso mi padre que nunca ha aprobado mi relación con el lo notaba.

Lleguó una invitación y vi la firma. Bane. Magnus había invitado a mi familia y a mi, y aunque mis oportunidades eran escasas solo quería verlo otra vez, arrepentirme por lo ue había hecho, yo no tenía porque elegir por él, pero debía entender que lo había hecho por amor, cuando tienes la oportunidad de vivir con alguien la aprovechas. Yo se que por mi bien era mejor irme al capitolio, pero no tenia lafuerza para dejar a mi familia, por eso quería a Magnus conmigo, y mis acciones habían traído malas consecuencias.

Mi madre me puso el traje que usaría, pero me negué, no iría de traje, quería que Magnus me viera con la ropa exacta con la que me conoció, que me notara entre todos sus invitados, hacerle saber que una fiesta no iba a cambiar mi forma de ser. Me puse mi traje de entrenamiento con el que siempre peleaba en las mañanas con todos los demás chicos de entre 12 y 18. Era mi último año, este año se decidía si iba a los juegos del hambre o me salvaba y si Magnus no volvía conmigo, realmente me gustaría ir a esos juegos a morir.

Mis padres y mi hermana me reclamaron por la ropa pero intenté no tomar importancia, ellos lucían muy formales mientras que yo como un día cualquiera, pero al rato de verme así se acostumbraron, estaban al tanto de mi relación y sabían que esto tenía algo que ver. Isabelle fue la primera en saber sobre mi ruptura y ha sido la que más me ha apoyado en esto, pero hay cosas que uno no puede expresar a su hermana.

Llegamos a la casa de Magnus y se sintió extraña. Había vivido allí, sabía donde estaban todas y cada una de las habitaciones pero ahora me sentía como si fuese la primera vez que venía a visitarlo. Entramos y la música nos invadió, sonaba muy fuerte pero era de esperarse, conocía a Magnus mejor que nadie, y la música escandalosa lo ponía loco.


No quería admitirlo pero lo estaba buscando con la mirada ¿Dónde estaba?. Sentí algo rozar mis pies y bajé la mirada, el cumpleañero, Presi, estaba acariciandome y sonreí. -Hace tiempo que no te veo jefe- lo cargué en brazos y rasqué detrás de sus orejas -Feliz cumpleaños- prenuncié las palabras y luego sentí una mirada atravesándome. Me di la vuelta y allí estaba.

La respiración se me cortó pero intenté disimularlo, intenté no ver que Magnus no tenía pantalones y me estaba tentando más que otra cosa en el mundo. Volteé la mirada y fingí estar entretenido con Presi deseando que Magnus me dirigiera la palabra siquiera.

Spoiler:

Me levanté ya tarde, apestaba a licor y me maldije porque hoy no podía oler como siempre, hoy era la fiesta y no quería ir porque fuera la gran fiesta, solo quería ir porque Annie había accedió a presentarse conmigo, nunca creí posible que pisaría esos lugares pero aquí estaba, todo por una gran chica que me aceptaba tal y como era. Effie iba a estar allí también, pero me apresuré a decir que iba acompañado ya que las ultimas reuniones había sido su compañero, ya no más.


Peeta vendría también, había hecho lazos amistosos con la nieta del presidente pero algo me decía que no habían concretado nada e iría solo, desde la muerte de Katniss el panadero no se siente bien de estar con nadie, apenas y me ha dirigido la palabra, aunque tampoco soy la mejor persona para ayudarle con ese tipo de problemas, aún así yo escucho y comprendo, pasé por lo mismo del chico.

El trayecto fue de lo más tranquilo, no había tomado y me había quitado el olor con la ducha y arreglándome. Bajando del tren identifiqué a Annie, hermosa, más hermosa y preciosa que de costumbre, con ese vestido que sacaba lo mejor de ella.

Pasé de Peeta y fui en busca de Annie para llegar por detrás y abrazarla. -Hola preciosa- dije y le di un breve beso en los labios antes de tomarla de la mano y dirigirla a la fiesta.

Era ruidoso, en cualquier otro momento o compañía me molestaría, pero hoy no. Volteé a ver a Annie mientras escuchaba que la canción cambiaba.

Escuché un cumplido que Haymitch me dio en cuanto a como me veía, y por una u otra razón aún no creía que él me estuviera diciendo eso.

-Gracias, Señor Abernathy- Dije al mismo volumen que él había empleado. Por alguna razón muy extraña yo le seguía diciendo "Señor Abernathy", así como el primer día que lo conocí-, Usted también se ve muy bien.

Y no mentía, nunca había visto a Haymitch tan elegante. Terminó la canción e inició otra, decidimos dejar esta pasar e ir por un par de bebidas.

-Lo que tu quieras- Respondí, después de todo no sabía nada de bebidas del Capitolio.

Llegamos a la barra y había algo de gente, reconocí a Heaven y a Rick, como siempre peleando por cualquier detallito. Había un chico que se me hacia conocido tomando una bebida azul, pero tenía un rostro un tanto pensativo, era mejor no interrumpirlo.

Haymitch pedió las bebidas y en lo que nos las entregaban cambio la canción nuevamente.