Ahora somos tú y yo contra el mundo {Rose}[+18]

-Nada es más hermoso que tu hogar, salvo tú- dije y todo el camino a mi casa la abracé caminando en silencio, cualquier cosa que saliera de mi boca no significaría nada, con el abrazo expresaba todo, además estaba nervioso, era la primera vez que llevaba alguien a casa y no quería que nada saliera mal. Mis padres habían salido, sabían que Rose vendría así que nos dejaron privacidad, pero no sabía cuanto duraría esta.

Llegamos a mi casa que era la más grande del distrito cerca de la playa y tomé su mano mientras con la otra metía la llave para abrir y acto seguido abrí la puerta  - Esta es mi casa- dije como un idiota porque era obvio que era mi casa. 

Entramos de la mano y cerré la puerta volviendo mi vista a Rose - ¿Que quieres hacer?- pregunté nervioso.

Rose estaba entretenida mirando mi casa, le parecía fascinante y a mi me costaba trabajo creerlo, ella tenia todo en su mansión, no me entraba que algo como mi casa le pudiese gustar. Notaba que le sorprendía ver a mis peces, los había tenido apenas unos meses atrás cuando los pasados habían muerto, el ciclo de la vida también pasa en animales del 4.

Sentí sus labios en los míos y yo le seguí el beso bajando mis manos por su cuerpo hasta su cintura, haciendo un movimiento para que quedara más cerca de mi.


-Te amo- dije mientras la pegaba a la pared de la cocina sin dejar de besarla.

Dijo las palabras mientras pasaba sus hermosas piernas al rededor de mi cintura y no pude evitar tocarlas, quería tocar cada centímetro de Rose, quería estar con ella de todas las maneras posibles porque la amaba, pero no estaba seguro que ella quisiera hacer esto.

-mmm- suspiré besándola y luego bajé mis besos por su cuello, poco a poco descendía hasta sus hombros donde me detuve y seguí por el lado contrario respirando entre cortadamente mientras sentía que cada vez me emocionaba más, no quería que ella lo notara.

Estoy seguro de que mi Rose quería quitarme la playera ¿Estaba tan prendida como yo? ¿Me deseaba?, yo la deseaba a ella, pero no quería hacer algo que ella no quisiera, no iba a forzarla a nada y menos en su primer día de visita a mi distrito, quería que tuviera un muy buen recuerdo.

Miré como se sonrojaba y afirmé que eso es lo que quería hacer. Besé sus mejillas rozadas e hice el trabajo por ella. Me pasé la playera por la cabeza lanzándola al piso y luego volví a sus deliciosos labios besándola sin tener intención de parar.

-Tu eres más hermosa Rose- le sonreí entre labios mientras sentía demasiado bien que me tocara, no había sentido mejores caricias que las de ella, quería que me tocara por todo el día, quería tocarla a ella, quería estar con ella.

Bajé por su cuello y con mis manos bajé hasta llegar ahora a la parte inferior de su blusa y la miré -¿Puedo?-pregunté, no haría algo de lo que no estuviera segura.

Su pregunta me hizo reír y más cuando ella enrojeció. La besé para bajar lo rozado de sus mejillas, aunque a mi me encantaba verla así, pero ella parecía querer ocultarlo siempre, y me gustaba besarla sin motivo.

-Sí - contesté con naturalidad y luego la miré - Una chica, hace 2 años, no fue nada intenso ni recuerdo mucho, solo sé que estaba tan tomado que mis padres me prohibieron la bebida por unos meses - reí y la miré - ¿Y tú?- cuestioné de vuelta.

Vi su rostro y su tristeza reflejada en ellos . ¿Qué mierda me pasaba?, pero no quería mentirle diciendo que no lo había hecho, quería una relación sincera con ella, pero mi sinceridad estaría acabando con mi hermosa novia. Bien, ella no lo había hecho y eso me hacía sentir más que bien, quería ser el primero, pero parecía imposible ya que en sus ojos vi reflejado que quería ser la primera, y sería la primera con la que lo haría con amor, sin alcohol, sin nada.

Pidió ir al baño pero caminó sin siquiera escuchar mis instrucciones de donde estaba, aunque iba por buen camino, segur su abuelo tenía en paredes la estructura de donde estaba todo en estas casas. Me sentía mal, ¿Cómo me habría sentido si me hubiese dicho que ya había estado con otro hombre?.

Fui hasta el baño después de un buen rato y pegué en la puerta -¿Rose?, por favor sal- rogué con la frente en la puerta.

Me había llamado por mi nombre completo, había jodido su gran día en el distrito 4, era una completa mierda.

-Rose, tienes que salir en algún momento, sal ahora y hablemos - dije en un intento más mientras me ponía más desesperado. Ya hasta pensaba en derribar la puerta, pero mis padres se enojarían por ello tarde o temprano.

-Te amo- solté, aunque no se si eso le seguía importando.

Quería volver a casa, mierda ya había jodido todo, ella nunca quiere ir a casa, a la mierda todo yo solo quiero a Rose aquí como habíamos quedado, no podía hacer algo tan malo en su primer día, incluso acabábamos de llegar como para que se vaya.

-Cambiaremos los boletos - dije, era mentira, solo quería verla y hacerle saber que cualquier cosa que pasara por su mente era mentira, esa chica de antes no se había significado anda para mi.

La miré cuando salió abriendo la puerta y corrí hasta ella, tomándola en brazos sin pensar si realmente aún quería abrazarme. -Fue un error Rose, fue hace tiempo pero escucha - sostube su rostro en mis manos -Si yo te hubiera conocido tiempo atrás habrías sido la primera y la única con la que me gustaría hacerlo, porque justo ahora solo pienso en tantas formas en las que quiero tenerte y no puedo- Ya, estaba desesperado, quería a Rose, deseaba a Rose la necesitaba más que nada.

-Quédate- Bajé mis labios a los suyos y la besé lleno de intensidad, ella podía ver como me sentía, como la quería, como no había querido dañarla. -Quédate - repetí.

Lo había logrado, se quedaría y ahora mismo era el chico más feliz de todo Panem, no cabía duda. La tomé de la cintura y la cargué en brazos hasta llegar a mi habitación donde dejé que sus pies por fin tocaran el piso y le di un breve beso hasta llevar mis labios a su oído -Escucha Rose- susurré - Quiero hacerte el amor, quiero que sepas que estarás segura conmigo solo- me callé de repente -No se como decir esto sin sonar como un pervertido - reí por lo bajo - Te amo Rose, te deseo justo ahora y quiero ser esa primera persona para tí - clavé mi mirada en ella, solo un "si" y moriría de felicidad.